Por Mariana Muñiz Lara
Los abogados del Gobierno de
Puerto Rico y del Comité Somos Madres y Padres No Están Solos se encuentran
discutiendo la posibilidad de establecer un protocolo para que las personas
puedan entregar alimentos a los estudiantes dentro del Recinto de Río Piedras
de la Universidad de Puerto Rico, pero sólo ciertos productos, a ciertas horas
y en ciertos portones.
Esta reunión se dio luego de que
se propusiera en la vista para dilucidar la solicitud de interdicto preliminar
para que no se intervenga con la provisión de comida que presentó el grupo de
madres y padres el viernes, en el Tribunal Superior de San Juan.
El Gobierno indicó que, “sin
entrar a los méritos de la legalidad de que los estudiantes permanezcan en el
Recinto”, no se opondrá a la entrega de alimentos y agua si ésta se da de forma
ordenada, según los acuerdos que se establezcan. Esta propuesta se da luego de
que el superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, levantara la orden
de impedir la entrada de comestibles, pero aumentara la cantidad de agentes que
custodian las verjas alrededor del Recinto.
En una sala llena de madres y
padres con camisas blancas, quienes estuvieron realizando una manifestación en
ayuno frente a la corte desde las seis de la mañana, el juez José Negrón
Fernández dio un plazo hasta las dos de la tarde para que se presente el
protocolo. De no llegarse a un acuerdo, se verá la vista a esa hora, en el
salón 907. En dicha vista, también se pasará prueba sobre el incumplimiento de
la Policía con la orden de mantener visibles sus números de placa. “Hay buenas
posibilidades de llegar a acuerdos sobre ambos temas, pero estos asuntos se
tienen que atender con premura”, dijo Negrón Fernández, tras advertir que,
aunque no haya acuerdos, tomará una determinación esta tarde.
Mayra Escribano Román, madre de
dos estudiantes huelguistas, señaló que la huelga es de los estudiantes, por lo
que cualquier acuerdo tendría que contra con su aval. Añadió que es preocupante
que se tenga que negociar cualquier asunto relacionado con la manera en que una
madre o un padre provee alimentos a sus hijos e hijas, independientemente de
las circunstancias, más aun cuando ninguna ley lo prohíbe y el ordenamiento
jurídico lo que les exige es que alimenten y cuiden a sus hijos e hijas.
Asimismo, Luis Torres, el padre
que fue golpeado el viernes por varios agentes cuando intentaba entregarle
desayuno a su hijo por el portón de Educación, indicó que todavía le dan muchos
mareos, pero el dolor físico no compara con la preocupación por los jóvenes
cuya salud y seguridad peligra. Con el ojo y el pómulo izquierdo visiblemente
hinchados y morados, Torres dijo que la solidaridad de sus compañeros de
trabajo y de ciudadanos que, sin conocerlo, lo han contactado para expresarle
su indignación, le han dado fuerzas.
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