Esta sección estará dedicada a crónicas diarias redactadas por estudiantes quienes narrarán sus vivencias en la huelga como espectadores y participantes.
Por María de Lourdes Martínez Cordero
27 de abril de 2010
Mientras escribo estas líneas, a mi lado derecho está reunido un cónclave de estudiantes de derecho organizando actividades educativas para las próximas horas. Entre las propuestas sobre la calle -no sobre la mesa- se escucha un debate, un foro, una marcha, entre otros. Hace unos minutos, varios estudiantes realizaron una improvisación producto de un taller que tomaron por dos horas, ofrecido por estudiantes de drama.
Me enorgullece la solidaridad de los estudiantes y el compromiso con la educación, una educación íntegra, completa y diversa. Esa es la educación que distingue la Universidad de Puerto Rico.
Más aún, me sorprende y enorgullece la solidaridad que ha tenido el pueblo con los estudiantes que han pernoctado aquí desde el miércoles pasado. Padres, madres, hermanos, vecinos, profesores, ex alumnos, legisladores, en fin, el pueblo de Puerto Rico, se ha desbordado en ayuda.
Hoy martes, alrededor de las 3:00 de la tarde, a los portones encadenados se acercaron dos niños de algunos 10 a 13 años, con víveres y comida. Ellos se querían bajar del carro a traerle comida a los estudiantes. Nos comentaron que fueron ellos quienes tuvieron la iniciativa y pidieron traer algo para los estudiantes. Los niños entraron y sobre la mesa de comida dejaron unas mayorcas. Así, hora tras hora, distintas personas han traído comestibles, bolsas de hielo, cajas de agua y otros efectos necesarios para la supervivencia en los portones. Según dejan sus aportaciones, agradecen a los estudiantes por estar aquí y por ser el ejemplo para el pueblo de Puerto Rico.
Sin duda alguna, la ayuda del pueblo y la solidaridad demostrada ha inyectado con energía a los estudiantes, quienes tienen su lucha bien definida: la batalla por la educación pública.
No hay comentarios:
Publicar un comentario