por Guillermo Rebollo Gil
Quienes saben saben que los cuentos de
fantasmas en contextos de luchas sirven para desviar la atención pública de los
verdaderos issues en conflicto, apelando a la imagen perversa y esteriotipada
del revulero; el desarropao; el mozalbete. Quién sabe sabe que es fácil caer y
perder la noción de lo justo entre cortinas de humo y optan por mantener una
sana distancia crÍtica de cualquier intento de presentar la huelga como una
simple lucha entre las fuerzas del bien y el mal; de quien rehúsa presentarla
como una dinámica compleja en la que intervienen sujetos distintamente
posicionados en una estructura de poder.
Quién sabe sabe que el
Decano de Derecho tristemente ha perdido toda noción de lo justo entre el humo,
y sin duda es una desilusión; un fallo; una irresponsabilidad.
Quienes hemos sido testigos
de las expresiones de nuestro decano en días recientes hemos tratado de
establecer una distancia imposible entre el contenido de las mismas y su
intención. Porque quienes
resistimos aquí en el portón de la Barbosa hemos optado por apostar a favor del
juicio crítico de nuestro decano; de su vocación de educador; de su deber para
con nosotros.
Desafortunadamente, el
Decano no nos ve. La imagen perversa y estereotipada del mozalbete ha ocupado
su campo de visión. Ha viciado su
juicio crítico.
Un espectro ronda por las
aulas vacías de la Facultad de Derecho: el espectro de un educador comprometido
con el bienestar de sus estudiantes.
Quienes resistimos aquí en el portón de la Barbosa creemos fielmente
en esta visión y apostamos a favor de nuestros profesores y profesoras que han
venido hasta los portones para garantizar la integridad física y el derecho
constitucional de sus alumnos y alumnas a manifestarse. Quienes resistimos aquí abogamos a
favor de la ternura de estos educadores y educadoras, damos fe de su vocación, y buscamos mediante nuestra labor
aquí igualar su gesto de amor hacia nuestra comunidad universitaria.
Este es el mejor post de todo el blog... No hay nada más que decir!
ResponderEliminarBRAVO, Rebollo!