Miembros de la Comunidad Universitaria
Universidad de Puerto Rico
Recinto de Río Piedras
Departamento de Ciencias Naturales
Asunto: Preocupaciones de los estudiantes del Programa Graduado de Ciencias Ambientales
Estimados universitarios y universitarias:
Somos un grupo de estudiantes graduados del Programa de Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias Naturales, del Recinto de Río Piedras. Durante las pasadas semanas hemos experimentado la interrupción de nuestras labores académicas por los efectos de la intransigencia de la administración universitaria en buscar soluciones inclusivas a los diferentes problemas de la Universidad. Sin menospreciar las dificultades económicas de nuestro centro docente, entendemos que es necesario auscultar posibilidades de manera sosegada e incluyente, a la altura que las discusiones universitarias ameritan.
La actitud intransigente de la administración universitaria contrasta con los objetivos que incluye el Artículo 2 de la Ley Universitaria, que promulgan que será función de la UPR:
“(1) Cultivar el amor al conocimiento como vía de libertad a través de la búsqueda y discusión de la verdad, en actitud de respeto al diálogo creador. (2) Conservar, enriquecer y difundir los valores culturales del pueblo puertorriqueño y fortalecer la conciencia de su unidad en la común empresa de resolver democráticamente sus problemas. (3) Procurar la formación plena del estudiante, en vista a su responsabilidad como servidor de la comunidad. (4) Desarrollar a plenitud la riqueza intelectual y espiritual latente en nuestro pueblo, a fin de que los valores de la inteligencia y del espíritu de las personalidades excepcionales que surgen de todos sus sectores sociales, especialmente los menos favorecidos en recursos económicos, puedan ponerse al servicio de la sociedad puertorriqueña. (5) Colaborar con otros organismos, dentro de las esferas de acción que le son propias, en el estudio de los problemas de Puerto Rico. (6) Tener presente que por su carácter de Universidad y por su identificación con los ideales de vida de Puerto Rico, ella está esencialmente vinculada a los valores e intereses de toda comunidad democrática.”.
(Ley Número 1 del 20 de enero de 1966, Ley Orgánica de la UPR)
Partiendo de estos objetivos resumiremos los asuntos que entendemos prioritarios y que requieren atención inmediata.
1) El asunto que ha captado mayor atención por parte del público y que es el detonante para las últimas manifestaciones estudiantiles, es la imposición de la cuota de $800 al año. Sobre este punto es necesario señalar que se han planteado diferentes alternativas a dicho aumento, sin embargo la administración universitaria ha ignorado cada uno de los esfuerzos de diálogo presentados tanto por el estudiantado, como por el claustro. Entendemos que es necesaria una amplia discusión que incluya todos los sectores que representan a la Universidad y a la sociedad puertorriqueña, que como poseedora de la centenaria institución debe tener la última palabra sobre cómo se utilizan los recursos económicos del centro docente. Esta intransigencia de la administración violenta los objetivos expresados en el Artículo 2 de su Ley orgánica, ley a la que cada uno de los miembros de la Junta de Síndicos debe subscribirse al momento de la toma de decisiones sobre el futuro de la Universidad y en representación del interés público.
2) Otro asunto que requiere atención inmediata es la ocupación policíaca, que a solicitud de la administración universitaria, sufren los recintos. Como grupo coincidimos en que la entrada y permanencia de la Policía de Puerto Rico (en adelante Policía) en la Universidad constituye una violación a la autonomía universitaria, imposibilitando el diálogo constructivo y creando un clima de inestabilidad, incertidumbre y violencia para todos los miembros de dicha comunidad. Históricamente la Policía ha protagonizado actos violentos dentro del Recinto de Río Piedras como medida disuasiva a las manifestaciones pacíficas que se han llevado a cabo para denunciar actos injustos que constituyen agresiones a la comunidad universitaria. El resultado de estos incidentes históricos repercutieron en la adopción de una política de no confrontación entre la UPR y la Policía. Esta administración, ignorando los eventos anteriores, ha violentado este acuerdo, provocando incidentes como los ocurridos en la tarde y noche del lunes 20 de diciembre. Esto constituye prueba irrefutable de que la Policía de Puerto Rico no propicia la existencia de un ambiente que facilite la solución del impasse en el que se encuentra la comunidad universitaria. Por lo tanto, los suscribientes, estudiantes del Programa Graduado de Ciencias Ambientales, expresamos nuestro repudio a la entrada y permanencia de la Policía en cualquier Recinto de la UPR.
El pasado 10 de diciembre, un exiguo grupo de profesores de la Facultad de Ciencias Naturales cursó una comunicación escrita a la rectora de Río Piedras y al presidente de la UPR en la cual apoyan la decisión de los destinatarios de solicitar la entrada de la Policía al recinto. En dicha misiva los profesores y profesoras exponían las dificultades que han afrontado para atender sus investigaciones durante los últimos procesos huelgarios en la UPR. Además, los profesores muestran su preocupación por el robo o uso de sustancias peligrosas que podrían provocar problemas de “seguridad nacional”. Los estudiantes rechazamos cualquier insinuación de que se nos atribuya algunas de esas acciones, dado que al igual que los profesores abogamos por el acceso a una universidad segura, pero libre de la presencia policíaca. Por lo tanto, repudiamos enérgica y totalmente lo expresado por este pequeño grupo de profesores de nuestra facultad. Entendemos que comunicados como éste no abonan responsablemente a la búsqueda de una solución pacífica al problema actual y en cambio justifican la permanencia de la Policía dentro de la Universidad, provocando un ambiente de inestabilidad en el recinto. De igual modo, este tipo de expresiones propician actos de agresión como los que sufrieron varios compañeros y compañeras universitarios durante la tarde y noche de ayer. Es deber moral del profesorado, aparte de impartir sus cátedras, el proteger y garantizar la integridad física y psicológica de sus estudiantes. Los docentes que subscriben dicho documento son en su mayoría extranjeros, investigadores reconocidos algunos, mientras otros se encuentran en espera de nombramientos permanentes. Es antagónico que este país, propietario de la Universidad, les brinde el espacio para desarrollar sus investigaciones y que por otra parte se muestren incapaces de entender que la lucha de la comunidad universitaria en contra de la permanencia de la Policía dentro de los Recintos de la UPR, de la cuota y de las imposiciones, no es más que un paso firme por la búsqueda de una institución que atienda las necesidades de los puertorriqueños y puertorriqueñas como país y como sociedad Por lo tanto, reiteramos nuestro repudio a las expresiones a favor de la permanencia de la Policía hecha por nuestros profesores y profesoras, firmantes de la referida carta. Estas expresiones ignoran la historia de la Universidad de Puerto Rico en la cual la Policía ha sido protagonista de la muerte, el dolor, la persecución y del terrorismo de estado.
3) Pensar que cada estudiante es una inversión de valiosos recursos del estado, dirigidos a garantizar la transmisión de los conocimientos necesarios que permitan una sociedad funcional y próspera, es lo que fundamenta a la Universidad de Puerto Rico. La administración universitaria, a través del profesorado de Ciencias Naturales que firmó la mencionada carta, arriesgan nuestra seguridad ignorando el concepto legal de la “imprudencia temeraria”. Cualquier amenaza con repercusiones académicas de no asistir a clase, arriesgando nuestra seguridad, basándose en la relación contractual estudiante-universidad, ignora que dicha relación ha sido violentada por parte de la administración universitaria al propiciar un clima de inseguridad en el campus riopedrense. La imposición de las fuerzas policíacas, cuyas obvias directrices son actuar con crudeza y brutalidad, como observamos en los más recientes noticieros, es un nefasto acontecimiento sobre el cual la dirección del Programa de Ciencias Ambientales debe reflexionar a la hora de pretender imponernos la asistencia a clase.
En su afán de mantener un supuesto ambiente de “normalidad”, la administración y un pequeño número de profesores de la Facultad de Ciencias Naturales invalida con sus acciones a su más preciado producto, a nosotros los científicos y científicas ambientales del futuro. Cabe señalar que por primera vez en la historia de dicha Facultad, nuestro programa y nuestras investigaciones reconocen explícitamente la importancia de integrar al ser humano como agente activo y dinámico en el estudio de las ciencias naturales, aspecto casi pecaminoso para las llamadas “ciencias duras” hasta hace muy poco. Nuestro objetivo en dicho programa, con el respaldo actual de agencias como la National Science Foundation, es validar la inclusión de las comunidades, de la sociedad y de los puertorriqueños y puertorriqueñas en la atención de nuestros problemas socioambientales. Por lo antes expuesto, les invitamos a reflexionar sobre las preocupaciones incluidas en esta misiva y a actuar en la medida de sus posibilidades para subsanar estos asuntos tan importantes y delicados. Asimismo, les exhortamos a considerar retractarse de las expresiones emitidas en la mencionada carta y a deliberar sobre la función social y moral de la Universidad de Puerto Rico en nuestra sociedad, una universidad que es nuestra, de los puertorriqueños y las puertorriqueñas y de nuestras generaciones futuras.
Estamos en la mejor disposición de conversar acerca de cualquiera de estos asuntos u otros relacionados con nuestra universidad pública.
Atentamente,
Norberto Quiñones Vilches Daniel Dávila Casanova
Arelis Arocho Montes Jeiger Medina Muñiz
Julio M. Santiago Ríos Natalia Álvarez Negrón
Dionisio Pérez Montes Nora Álvarez Berríos
Vea la carta de los profesores a favor de la presencia policiaca aquí.
Vea la carta de los profesores a favor de la presencia policiaca aquí.
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