Por Tania Negrón Vélez
Ante las lamentables imágenes que se vieron el pasado lunes, 20 de diciembre en el recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) las Madres Contra la Guerra denunciaron la brutalidad policiaca y la crisis que atraviesa el centro docente.
Cuestionan la motivación detrás del despliegue de fuerza de parte del gobierno y en contra de la comunidad universitaria, quienes reiteradamente han expresado su deseo de dialogar con la administración. “[H]an actuado de forma concertada utilizando fuerza militarizada para acallar sus voces y proceder con los intereses financieros del gobierno en búsqueda de la privatización y venta de los recintos universitarios,” expresó el grupo a través de comunicado de prensa refiriéndose a las acciones de la administración universitaria y el gobierno de turno. Por otro lado, denunciaron que la administración no tiene la moral ni el interés de dialogar con la comunidad universitaria para resolver el conflicto universitario.
Al igual que muchos otros sectores de la
comunidad puertorriqueña, hacen un llamado a recordar los eventos históricos
donde el uso de la fuerza ha resultado en la muerte de muchos. “El uso
de esa fuerza militar de la cual hemos sido testigos este 20 de diciembre
denota un desconocimiento total, una ignorancia crasa de los
procesos históricos, pues cuando a una comunidad se le golpea, se le reprime y
se le victimiza, es cuando mas se une en una sola voz para reclamar los
derechos humanos básicos que se le niegan, como es el derecho a la libre
expresión y el derecho a la educación pública accesible al pueblo, según
establecido en nuestra Constitución.”
Las madres proclaman que ante la guerra que este gobierno le ha declarado a la juventud, estarán junto a las madres y padres de los estudiantes defendiendo a sus hijos y velando por que no se cometan más atropellos como los ocurridos en el Capitolio y en la UPR.
Finalmente, Madres Contra la Guerra exige el cese inmediato de la intervención de la Policía en los recintos de la UPR y que se comience un diálogo real.
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