21 de mayo de 2010

Repudian abuso policíaco


Por Mariana Muñiz Lara

La marcha en repudio a la brutalidad policíaca y de indignación ante la confrontación de ayer en el hotel Sheraton del Distrito de Convenciones reunió a más de 500 personas en su momento de mayor concurrencia. La actividad, convocada para las 4:30 p.m., incluyó tres piquetes, el último de los cuales duró hasta las 8:25 p.m.

Con consignas que pedían respeto a la vida, más escuelas y más trabajo, y el cese de la violencia en la Universidad de Puerto Rico (UPR) y el resto del País, la manifestación comenzó, a las 5:00 p.m., con un piquete en la Avenida Ponce de León, frente al portón del Museo del Recinto de Río Piedras, que acaparó dos carriles de la vía. El tercero había sido ocupado previamente por la Policía, que colocó vallas y alrededor de 35 guardias para dividir a los manifestantes de las verjas desde donde los estudiantes huelguistas se asomaban y aplaudían, con sus casetas y la Torre de fondo. Ocho minutos después del inicio del piquete, llegaron 35 cadetes que se apostaron detrás de los policías estatales. DESDE ADENTRO observó que la mayor parte de los agentes se colocaban las manos sobre el pecho, tapando sus apellidos y números de placa.


A las 5:20 p.m., habían 307 personas en el piquete y varias decenas llegando por el Tren Urbano. Entre éstas se encontraban estudiantes y profesores de distintos recintos, miembros de la Federación de Maestros, del Movimiento al Socialismo (MAS), de la Federación de Universitarios Pro Independencia (FUPI) y de la comunidad dominicana, además de cientos de ciudadanos no identificados con asociaciones. En ese momento, salió la marcha por la Ponce de León hacia el casco urbano de Río Piedras. Se tuvo que desviar el tránsito en esa calle, incluso para una guagua de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA).  

En el camino, había un policía cada tres edificios y seis agentes caminaban al final de la marcha. Sin embargo, desde que el grupo salió de la UPR, se notificó a los manifestantes que un gran contingente, que incluía a la Unidad Canina, los estaría esperando en el cuartel de la Policía de Río Piedras, el punto al que se dirigían.

Ya a las 5:40 p.m., la cabeza de la marcha llegó al cuartel, mientras la cola bordeaba la Plaza de Río Piedras. La calle frente a la instalación estaba cerrada con vallas y una hilera de 25 agentes de la Unidad de Operaciones Tácticas o Fuerza de Choque, muchos de los cuales, nuevamente, se cubrían los apellidos y números de placa con las manos. Detrás de ellos, unos 20 policías caminaban y dos líneas de motoras estaban estacionadas. DESDE ADENTRO contó otros 22 guardias en dos entradas del cuartel; en una de éstas, estaban en fila y hablaban hacia atrás, como si hubieran más personas al fondo. Asimismo, en la Plaza fente al cuartel, detrás de unos andamios tapados por una tela blanca, se encontraban en formación más de 30 policías y algunos canes. Una agente, sobre un andamio, le tomaba fotos a los manifestantes. Desde el mismo lugar, más tarde, otro oficial con gorro crema grababa a los presentes. Asimismo, dos policías tomaban vídeos desde la azotea del cuartel y un helicóptero sobrevolaba el área. 

A las 5:45 p.m., se organizó un piquete frente a las vallas. La prensa y los observadores del Colegio de Abogados y de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) se colocaron entre la Fuerza de Choque y los ciudadanos que protestaban contra el abuso por miembros de ese grupo. No faltó la música, con panderos, güiros y un saxofón. Quince minutos más tarde, DESDE ADENTRO contó 516 personas en la manifestación.

Respuesta “combativa”

Los mensajes a los presentes comenzaron con el de Waldemiro Vélez, miembro del Comité Negociador Nacional y uno de los 21 estudiantes demandados por la UPR, quien resaltó que la presión del pueblo ha sido clave para que la administración universitaria retome las negociaciones. Informó que se aplazó el emplazamiento para el interdicto contra los cinco representantes del Recinto de Río Piedras en el CNN hasta el martes y que la negociación continuará este domingo. No obstante, Arturo Ríos Escribano, otro miembro del CNN, señaló a DESDE ADENTRO reiteró que no habrá un ambiente propicio para el diálogo sino hasta tanto la Universidad desista de la demanda contra los 21 estudiantes.

Scott Barbés Caminero, representante del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), llamó a construir una nueva sociedad desde la calle. Criticó al Gobierno por mantener una política pública de obstaculizar todas las luchas por mantener los derechos adquiridos, como los de los trabajadores, los de las comunidades y los de las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y transgéneros (LGBTT). Añadió que el intento de hacer correr la sangre de la juventud lo ha detenido la militancia del pueblo. 

Por su parte, Alma Torres, de la Organización Socialista Internacional (OSI), subrayó que la unión y solidaridad del pueblo es un arma más fuerte que las que utiliza la Policía para reprimirlo. Julio Muriente, portavoz del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) y profesor cuyo hijo Gabriel fue arrestado luego de la confrontación de ayer, señaló que la única respuesta a la represión es tomar las calles y que la huelga en la UPR ha trascendido la institución, pues representa una cohesión de propósitos de toda la sociedad puertorriqueña.

De otro lado, el estudiante René Reyes, representante de la Juventud del MAS, recordó que el piquete de ayer respondió a la afrenta al pueblo que presentaba el que el gobernador Luis Fortuño estuviera celebrando una cena donde los platos costaban $1,000 en momentos en que los ciudadanos están sufriendo despidos y alzas en el costo de vida, a la vez que el Estado le recorta el presupuesto a los servicios que reciben. Además, anunció el voto de huelga que el claustro de los 11 recintos de la UPR aprobó en su asamblea de hoy.

Elma Beatriz Rosado, portavoz de la Fundación Filiberto Ojeda Ríos, indicó que los ex alumnos de la UPR no son agentes externos y tienen derecho a luchar por su Universidad, para sus hijos y “los hijos del País”. Le recordó a los policías que “todos somos puertorriqueños” y pidió que recapacitaran para que en esta huelga no haya otra Antonia Martínez Lagares. Esta joven fue asesinada en Río Piedras por un policía tras ella gritarle “no lo maten”, refiriéndose a un estudiante al que golpeaban durante uno de los enfrentamientos que se dieron como parte de la huelga universitaria de 1971, cuando no existía la Política de No Confrontación. 

Mientras transcurría esta manifestación, el superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, en una conferencia de prensa aparte, describía a los agentes que intervinieron con las personas que protestaban ayer en el Sheraton, incluyendo a los que le aplicaron varias veces descargas eléctricas a José “Osito” Pérez, como héroes. El mismo calificativo lo utilizó el ex gobernador Carlos Romero Barceló para referirse a los agentes que le tendieron una trampa a jóvenes independistas para asesinarlos en el Cerro Maravilla, en 1978. 

Para informar a los manifestantes y los policías, Amnistía Internacional repartió carteles que leían “el uso excesivo de la fuerza policíaca constituye una violación a los derechos humanos”. La organización hizo disponible por Facebook el arte de esta pancarta, que incluye un joven portando una ficha con su número de estudiante, pero con un espacio en blanco para que cada persona escriba su propio número. 

De vuelta a la UPR

A las 6:40 p.m., los manifestantes reanudaron la marcha de vuelta a la UPR. Quince minutos después, encontraron la entrada principal del Recinto con más agentes de la Fuerza de Choque que cuando salieron. Los jóvenes formaron un nuevo piquete en la Ponce de León, en el que coreaban “policía, amigo, te quedan dos caminos: unirte a nosotros o convertirte en asesino” e instaban a los guardias a pelear también por sus derechos, como el pago de sus horas extra y días acumulados por vacaciones y enfermedad.

Los ánimos se caldearon, a las 7:00 p.m., cuando reapareció la agente fotógrafa de la Policía y una joven le gritó que la “carpeteara”. Bastó un minuto para que añadieran una fila de la Fuerza de Choque frente a la ya apostada, aumentara el número de cadetes en la hilera detrás de éstos y se arremolinaran decenas de manifestantes en esa área de las vallas. Las dos filas de la Fuerza de Choque se fusionaron en una con 35 agentes, que era continuada por 15 policías estatales. 


Luego, algunos manifestantes dijeron que reconocieron en la fila de la Fuerza de Choque a una de las agentes que hicieron comentarios en Facebook jactándose de los golpes que le habían dado a estudiantes en la huelga. Fue identificada como Liza Rodríguez Aponte, pero no se pudo verificar su perfil en la red social, de la que ya se han eliminado muchos de los grupos que incluían fotos de las pantallas con los perfiles de los agentes y en la que perfiles como el del agente Alexander Luina ahora tienen el formato de privacidad más alto.

A las 7:30 p.m., 143 personas se mantenían en el piquete, que culminó casi una hora más tarde.

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