Por
Mariana Muñiz Lara
La marcha en repudio a la
brutalidad policíaca y de indignación ante la confrontación de ayer en el hotel
Sheraton del Distrito de Convenciones reunió a más de 500 personas en su
momento de mayor concurrencia. La actividad, convocada para las 4:30 p.m.,
incluyó tres piquetes, el último de los cuales duró hasta las 8:25 p.m.
Con consignas que pedían respeto a
la vida, más escuelas y más trabajo, y el cese de la violencia en la
Universidad de Puerto Rico (UPR) y el resto del País, la manifestación comenzó,
a las 5:00 p.m., con un piquete en la Avenida Ponce de León, frente al portón
del Museo del Recinto de Río Piedras, que acaparó dos carriles de la vía. El
tercero había sido ocupado previamente por la Policía, que colocó vallas y
alrededor de 35 guardias para dividir a los manifestantes de las verjas desde
donde los estudiantes huelguistas se asomaban y aplaudían, con sus casetas y la
Torre de fondo. Ocho minutos después del inicio del piquete, llegaron 35 cadetes
que se apostaron detrás de los policías estatales. DESDE ADENTRO observó que la
mayor parte de los agentes se colocaban las manos sobre el pecho, tapando sus
apellidos y números de placa.
A las 5:20 p.m., habían 307
personas en el piquete y varias decenas llegando por el Tren Urbano. Entre
éstas se encontraban estudiantes y profesores de distintos recintos, miembros
de la Federación de Maestros, del Movimiento al Socialismo (MAS), de la
Federación de Universitarios Pro Independencia (FUPI) y de la comunidad
dominicana, además de cientos de ciudadanos no identificados con asociaciones.
En ese momento, salió la marcha por la Ponce de León hacia el casco urbano de
Río Piedras. Se tuvo que desviar el tránsito en esa calle, incluso para una
guagua de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA).
En el camino, había un policía
cada tres edificios y seis agentes caminaban al final de la marcha. Sin
embargo, desde que el grupo salió de la UPR, se notificó a los manifestantes
que un gran contingente, que incluía a la Unidad Canina, los estaría esperando
en el cuartel de la Policía de Río Piedras, el punto al que se dirigían.
Ya a las 5:40 p.m., la cabeza de
la marcha llegó al cuartel, mientras la cola bordeaba la Plaza de Río Piedras.
La calle frente a la instalación estaba cerrada con vallas y una hilera de 25
agentes de la Unidad de Operaciones Tácticas o Fuerza de Choque, muchos de los
cuales, nuevamente, se cubrían los apellidos y números de placa con las manos.
Detrás de ellos, unos 20 policías caminaban y dos líneas de motoras estaban
estacionadas. DESDE ADENTRO contó otros 22 guardias en dos entradas del
cuartel; en una de éstas, estaban en fila y hablaban hacia atrás, como si
hubieran más personas al fondo. Asimismo, en la Plaza fente al cuartel, detrás
de unos andamios tapados por una tela blanca, se encontraban en formación más
de 30 policías y algunos canes. Una agente, sobre un andamio, le tomaba fotos a
los manifestantes. Desde el mismo lugar, más tarde, otro oficial con gorro
crema grababa a los presentes. Asimismo, dos policías tomaban vídeos desde la
azotea del cuartel y un helicóptero sobrevolaba el área.
A las 5:45 p.m., se organizó un
piquete frente a las vallas. La prensa y los observadores del Colegio de
Abogados y de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en
inglés) se colocaron entre la Fuerza de Choque y los ciudadanos que protestaban
contra el abuso por miembros de ese grupo. No faltó la música, con panderos,
güiros y un saxofón. Quince minutos más tarde, DESDE ADENTRO contó 516 personas
en la manifestación.
Respuesta
“combativa”
Los mensajes a los presentes comenzaron
con el de Waldemiro Vélez, miembro del Comité Negociador Nacional y uno de los
21 estudiantes demandados por la UPR, quien resaltó que la presión del pueblo
ha sido clave para que la administración universitaria retome las
negociaciones. Informó que se aplazó el emplazamiento para el interdicto contra
los cinco representantes del Recinto de Río Piedras en el CNN hasta el martes y
que la negociación continuará este domingo. No obstante, Arturo Ríos Escribano,
otro miembro del CNN, señaló a DESDE ADENTRO reiteró que no habrá un ambiente
propicio para el diálogo sino hasta tanto la Universidad desista de la demanda
contra los 21 estudiantes.
Scott Barbés Caminero,
representante del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), llamó a
construir una nueva sociedad desde la calle. Criticó al Gobierno por mantener
una política pública de obstaculizar todas las luchas por mantener los derechos
adquiridos, como los de los trabajadores, los de las comunidades y los de las
lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y transgéneros (LGBTT). Añadió que el
intento de hacer correr la sangre de la juventud lo ha detenido la militancia
del pueblo.
Por su parte, Alma Torres, de la
Organización Socialista Internacional (OSI), subrayó que la unión y solidaridad
del pueblo es un arma más fuerte que las que utiliza la Policía para
reprimirlo. Julio Muriente, portavoz del Movimiento Independentista Nacional
Hostosiano (MINH) y profesor cuyo hijo Gabriel fue arrestado luego de la
confrontación de ayer, señaló que la única respuesta a la represión es tomar
las calles y que la huelga en la UPR ha trascendido la institución, pues
representa una cohesión de propósitos de toda la sociedad puertorriqueña.
De otro lado, el estudiante René
Reyes, representante de la Juventud del MAS, recordó que el piquete de ayer
respondió a la afrenta al pueblo que presentaba el que el gobernador Luis
Fortuño estuviera celebrando una cena donde los platos costaban $1,000 en
momentos en que los ciudadanos están sufriendo despidos y alzas en el costo de
vida, a la vez que el Estado le recorta el presupuesto a los servicios que
reciben. Además, anunció el voto de huelga que el claustro de los 11 recintos
de la UPR aprobó en su asamblea de hoy.
Elma Beatriz Rosado, portavoz de
la Fundación Filiberto Ojeda Ríos, indicó que los ex alumnos de la UPR no son
agentes externos y tienen derecho a luchar por su Universidad, para sus hijos y
“los hijos del País”. Le recordó a los policías que “todos somos
puertorriqueños” y pidió que recapacitaran para que en esta huelga no haya otra
Antonia Martínez Lagares. Esta joven fue asesinada en Río Piedras por un
policía tras ella gritarle “no lo maten”, refiriéndose a un estudiante al que
golpeaban durante uno de los enfrentamientos que se dieron como parte de la
huelga universitaria de 1971, cuando no existía la Política de No
Confrontación.
Mientras transcurría esta
manifestación, el superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, en una
conferencia de prensa aparte, describía a los agentes que intervinieron con las
personas que protestaban ayer en el Sheraton, incluyendo a los que le aplicaron
varias veces descargas eléctricas a José “Osito” Pérez, como héroes. El mismo
calificativo lo utilizó el ex gobernador Carlos Romero Barceló para referirse a
los agentes que le tendieron una trampa a jóvenes independistas para
asesinarlos en el Cerro Maravilla, en 1978.
Para informar a los manifestantes
y los policías, Amnistía Internacional repartió carteles que leían “el uso
excesivo de la fuerza policíaca constituye una violación a los derechos
humanos”. La organización hizo disponible por Facebook el arte de esta
pancarta, que incluye un joven portando una ficha con su número de estudiante,
pero con un espacio en blanco para que cada persona escriba su propio número.
De vuelta
a la UPR
A las 6:40 p.m., los manifestantes
reanudaron la marcha de vuelta a la UPR. Quince minutos después, encontraron la
entrada principal del Recinto con más agentes de la Fuerza de Choque que cuando
salieron. Los jóvenes formaron un nuevo piquete en la Ponce de León, en el que
coreaban “policía, amigo, te quedan dos caminos: unirte a nosotros o
convertirte en asesino” e instaban a los guardias a pelear también por sus
derechos, como el pago de sus horas extra y días acumulados por vacaciones y
enfermedad.
Los ánimos se caldearon, a las
7:00 p.m., cuando reapareció la agente fotógrafa de la Policía y una joven le
gritó que la “carpeteara”. Bastó un minuto para que añadieran una fila de la
Fuerza de Choque frente a la ya apostada, aumentara el número de cadetes en la
hilera detrás de éstos y se arremolinaran decenas de manifestantes en esa área
de las vallas. Las dos filas de la Fuerza de Choque se fusionaron en una con 35
agentes, que era continuada por 15 policías estatales.
Luego, algunos manifestantes
dijeron que reconocieron en la fila de la Fuerza de Choque a una de las agentes
que hicieron comentarios en Facebook jactándose de los golpes que le habían
dado a estudiantes en la huelga. Fue identificada como Liza Rodríguez Aponte,
pero no se pudo verificar su perfil en la red social, de la que ya se han
eliminado muchos de los grupos que incluían fotos de las pantallas con los perfiles
de los agentes y en la que perfiles como el del agente Alexander Luina ahora
tienen el formato de privacidad más alto.
A las 7:30 p.m., 143 personas se
mantenían en el piquete, que culminó casi una hora más tarde.
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