Por Mariana Muñiz Lara y Aura Colón Solá
Decenas de manifestantes heridos a macanazos y afectados por el gas pimienta y los gases lacrimógenos, así como cinco jóvenes arrestados, fueron el saldo de la intervención de la Policía con estudiantes que intentaban llevar su malestar ante el gobernador Luis Fortuño y sus donantes y con trabajadores que piqueteaban cerca de ellos esta tarde.
Decenas de manifestantes heridos a macanazos y afectados por el gas pimienta y los gases lacrimógenos, así como cinco jóvenes arrestados, fueron el saldo de la intervención de la Policía con estudiantes que intentaban llevar su malestar ante el gobernador Luis Fortuño y sus donantes y con trabajadores que piqueteaban cerca de ellos esta tarde.
Foto / Mariana Muñiz
Los sucesos, ocurridos en la entrada del hotel Sheraton del Distrito de Convenciones, se dieron luego de que la Fuerza de Choque y agentes de la Policía estatal sacaron a un grupo de estudiantes que logró acceso al vestíbulo de la hospedería, en cuyo interior se estaba llevando a cabo una actividad de recaudación de fondos de Fortuño.
Mientras transcurría el piquete, un pequeño grupo de estudiantes con pancartas a favor del diálogo en la Universidad de Puerto Rico (UPR), permanecía acomodado en dos filas entre los guardias y la pared del hotel para “darle la bienvenida”, con consignas tradicionales traducidas al inglés, a los invitados de la fiesta de Fortuño, que entraban pasando entre los jóvenes.
A las 6:30 p.m., los estudiantes se movieron al vestíbulo del hotel, donde improvisaron un piquete ante la mirada absorta de empleados y visitantes del hotel, algunos de ellos turistas que preguntaban el motivo del conflicto. Diez minutos más tarde, una fila de 15 agentes de la Fuerza de Choque se apostó frente a la entrada del hotel.
Los estudiantes intentaron acercar más su manifestación hacia el salón donde se celebraba la actividad, cerca de las 6:50 p.m. Al instante, apareció un pelotón de guardias estatales desde la parte posterior del hotel y comenzó a moverse rápidamente hacia el vestíbulo.
Una empleada del hotel empezó a gritar “dale, dale, entren, qué esperan” a la Fuerza de Choque. Este grupo, cual si la gerente del hotel les hubiera dado una orden, salió corriendo hacia la entrada. La primera golpeada fue esta señora, a quien tumbaron los mismos agentes a quienes instó a intervenir con los estudiantes. Segundos después, la estampida de policías estatales que empezaron a correr desde atrás le pasaron por encima. Dos trabajadores la levantaron.
Al mismo tiempo, un grupo de trabajadores se movieron hacia la entrada frontal del hotel para pedirle a los estudiantes que salieran. Estas personas fueron removidas del área con empujones, macanazos y gas pimienta. Los golpes alcanzaron incluso a señoras que intentaban calmar los ánimos de ambas partes.
Foto / Mariana Muñiz
Myselis Santiago Reyes, estudiante de la Facultad de Ciencias Naturales que se encontraba en el vestíbulo, narró que un oficial de la Fuerza de Choque le dijo “en cinco segundos, te voy a dar; cinco, cuatro, tres, dos, uno” y empezó a empujarla con la macana. (Vea el vídeo aquí.)
Asimismo, Joel Vázquez, estudiante de Ciencias Sociales que se mueve en una silla de ruedas eléctrica, señaló que estaba piqueteando afuera y luego se movió al piquete de adentro. La Policía no estaba interfiriendo con los jóvenes que entraban a manifestarse en el vestíbulo. Cuando comenzó el forcejeo, trató de resguardarse en el casino, pero se le impidió la entrada. Entonces, vio que tres guardias estaban golpeando a “Osito” en el piso y empezó a gritarle que se dejara arrestar, con la idea de que así dejarían de agredirlo. A él lo empujaron y no le permitían mover la palanca de su silla de ruedas para salir. Este joven, más tarde, se vio afectado por gases lacrimógenos y tuvo que ser atendido en el Hospital Ashford.
Los estudiantes comenzaron a salir del hotel por la entrada frontal y por una puerta lateral, que unos empleados del hotel intentaban cerrar. Algunos cayeron al piso. Llegaron más pelotones de la Policía, que empujaban con sus macanas a todas las personas hacia el área del Centro de Convenciones. La barrera de agentes se movía hacia el frente, arremetiendo contra todo el que se le cruzaba en frente y llegó hasta las fuentes, donde varias ancianas espectadoras intentaban cubrirse. Un huésped del hotel, trago en mano, pedía que tuvieran cuidado con él.
DESDE ADENTRO fue testigo del momento en que el estudiante Roberto Thomas, uno de los demandados por la UPR, fue macaneado por varios policías, no para empujarlo para que saliera sino para golpearlo en el cuerpo cuando estaba ya tirado en el piso. Algunos manifestantes informaron que los jóvenes José “Osito” Pérez y Francisco Fortuño también fueron golpeados y pateados estando en el suelo.
Un grupo de ciudadanos, en el forcejeo para intentar abrir la puerta lateral para que los estudiantes que quedaban en el vestíbulo lleno de guardias salieran, rompió un cristal del hotel. Ante la embestida de los agentes, otros manifestantes lanzaron zafacones y muebles de un pasillo lateral exterior del hotel y Ficus Café para evitar que la Policía los alcanzara.
Toda el área alrededor del hotel estaba rodeada decenas de patrullas. DESDE ADENTRO observó, además, tres ambulancias. Se informó luego que 10 estudiantes se encuentran recibiendo asistencia médica en el Dispensario Hoare, en Miramar. También se notificó que varios estudiantes con dedos rotos y heridas en los brazos fueron atendidos en el Hospital Ashford.
Al terminar el motín y los arrestos, el ex gobernador, Carlos Romero Barceló, hizo su salida del hotel donde DESDE ADENTRO pudo preguntarle si supo de lo ocurrido y éste contestó que sí y que no le extrañaba ya que "los estudiantes lo que quieren es provocar y esto fue la gota que colmó la copa".
Al terminar el motín y los arrestos, el ex gobernador, Carlos Romero Barceló, hizo su salida del hotel donde DESDE ADENTRO pudo preguntarle si supo de lo ocurrido y éste contestó que sí y que no le extrañaba ya que "los estudiantes lo que quieren es provocar y esto fue la gota que colmó la copa".
Foto / Jesús Vázquez
Heridos y arrestados
Minutos después, algunos jóvenes y trabajadores que observaban el área para asegurarse de que todos los manifestantes estaban a salvo fueron atacados nuevamente por la Policía. El estudiante Gabriel Muriente Pastrana fue lanzado al suelo y esposado cuando sólo estaba mirando. Julio Muriente, su padre y profesor en la UPR, indicó que la Policía mostró una actitud hostil durante la actividad, pues no se mostraron dispuestos a negociar y ni siquiera les permitieron llevar al área la guagua de sonido.
El joven y otras tres personas arrestadas fueron llevadas al cuartel de la División de Operaciones Tácticas del Viejo San Juan. Al lugar llegaron 15 abogados, padres y alrededor de 40 estudiantes. Según informaron los jóvenes que aguardaban frente al cuartel, además de Muriente, estaban detenidos los estudiantes “Osito” y Ángel Santiago. La otra persona no ha sido identificada, pero se comentó que es un trabajador de uno de los sindicatos que participaban en la protesta.
No se le estaba permitiendo la entrada al cuartel a los padres de los jóvenes ni a sus abogados. El agente Santiago, de Operaciones Tácticas, señaló que no podía entrar nadie, porque todavía les estaban tomando los datos a los detenidos, pero que ellos estaban físicamente bien. Añadió que había que esperar a que llegara al cuartel el teniente que lo dirige para que los representantes legales pudieran comunicarse con los arrestados.
Los abogados denunciaron que se le estaba violando a los detenidos el derecho a recibir asistencia legal, ya que éste no comienza una vez el director llega al cuartel, sino que lo tienen desde que los detienen. El abogado Arturo Nieves Huertas expresó que, para efectos legales, “los tienen secuestrados ahora mismo”.

De otro lado, se notificó que “Osito” sería sacado del cuartel en ambulancia para recibir cuidado médico necesario para la condición que padece.
Algunos estudiantes se manifiestan frente al cuartel de la División de Operaciones Tácticas en San Juan. Foto / Andrés González
El abuso policíaco acontecido en el Sheraton y la violación de derechos de los detenidos han provocado manifestaciones ciudadanas de repudio. Frente al cuartel de Operaciones Tácticas, se mantienen más de 50 personas. Mientras, alrededor de 150 personas iniciaron un piquete en la entrada de la UPR de Río Piedras, en la Avenida Ponce de León.
Piquete frente al portón de la UPR en Río Piedras luego de los incidentes en el hotel Sheraton. Foto / Jesús Vázquez
Varias organizaciones sindicales y políticas convocaron a una marcha para mostrar la indignación del pueblo ante lo ocurrido, que se llevara a cabo mañana viernes, a las 4:30 p.m., del portón principal de la UPR al cuartel de la Policía de Río Piedras.