Miembros de La
Fundación Filiberto Ojeda Ríos, la cual ha reiterado su solidaridad con la
huelga estudiantil en varias ocasiones, acudieron hoy a los portones del
recinto de Río Piedras a traer suministros poco tradicionales pero muy
apreciados por el estudiantado: libros, música y poesía. “Más que alimento para
el físico, venimos a traer alimento para el espíritu y el conocimiento” reiteró
su portavoz y egresada de la Universidad de Puerto Rico recinto de Mayagüez,
Elma Beatriz Rosado.
Entre otras
cosas, se repartieron sobre 80 copias del libro titulado “Antonio Valero”,
escrito por Mariano Abril y
publicado en 1971 por el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Antonio
Valero fue un General Puertorriqueño natural de Fajardo quien se destacó como
uno de los más íntimos colaboradores de Simón Bolívar en su lucha por la
independencia de América. En la contraportada de los libros luce una calcomanía
que lee la siguiente cita de Filiberto Ojeda Ríos: “Viene la Juventud y confío
en lo que está sucediendo hoy día con la juventud. En ésta, se ve reverdecer la
esperanza”.
Además,
aprovechando que hoy es el aniversario de la muerte de José Martí, conmemoraron
junto con los huelguistas su vida y obra mediante la lectura del poema “Cultiva
una rosa blanca”. Por último, se distribuyo al estudiantado el tema musical del
cantautor cubano Polo Montañez titulado “Homenaje a Martí” para que luego fuese
difundido por la emisora radial estudiantil Radio Huelga.
Nunca falto la
incómoda situación, pero ya usual en el entorno huelgario, en que las
autoridades universitarias y estatales intervinieses, preguntasen e inclusive
registrasen los obsequios que traían los miembros de la fundación. A pesar de
ello, la actividad logro llevarse acabo y los estudiantes se mostraron
sumamente agradecidos.
Posteriormente,
Rosado, viuda del líder nacionalista Ojeda Ríos, explicó que dicha actividad
cumplía con una doble funcionalidad: en primer lugar es una muestra de apoyo y
solidaridad con los reclamos estudiantiles y, en segundo lugar, busca denunciar
la reducción sistemática de nuestra cultura por parte de este gobierno mediante
sus políticas desfavorecedoras de importantes instituciones como por ejemplo el
Instituto de Cultura Puertorriqueña, la escuela de Artes Plásticas y el corte
de exenciones a los estudiantes que son artistas y músicos.
Con esta
actividad se evidencia una vez más que a pesar de haber un cierre académico y
administrativo en la Universidad de Puerto Rico, el proceso educativo se
encuentra a toda marcha.
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