La caridad y el fondo para estudiantes

Por Noeli Pérez De la Torre*

Tengo un problema personal serio con la figura de la Madre Teresa de Calcuta. Lo admito. Siempre se le ha proyectado mediáticamente como una mujer bondadosa que dedicó su vida a ayudar a los pobres, a cuidar de los enfermos. Ese es el arquetipo que se tiene de ella.

Yo lo tenía también. Frecuentemente la usaba como referencia en mis respuestas ensayadas para certámenes de belleza. Pero, a instancias de un profesor de Sociología que tuve una vez, leí un libro que me voló la cabeza y me hizo buscar más información al respecto, se llama The Missionary Position: Mother Teresa in Theory and Practice. En ese libro, que de hecho, lo recomiendo mucho, se presenta evidencia documental y fotográfica de que Madre Teresa no le proveía medicamentos a los enfermos porque no creía en la medicina e incluso de que aceptó una donación de 1.5 millones de dólares a sabiendas de el donante había obtenido el dinero fraudulentamente. El autor del libro sugiere que en lugar de ayudar, Madre Teresa usó su poder para imponer sus idearios religiosos y fundamentalistas. Su argumento me persuade.

El problema, más que ella, es el concepto en sí de la caridad y la contradicción existente entre eso y el verbo ayudar. En términos cuantitativos, la caridad no resuelve nada, sirve para que una persona o grupo de personas se sienta mejor consigo, pero no logra ayudar a nadie, en el sentido   literal de la palabra. La caridad es un problema en sí. Ignora un problema profundo de desigualdad de clase y sirve de maquillaje a las atrocidades que se cometen diariamente en el modelo capitalista. Y ese es un gran problema, porque después de todo, resulta antipático criticar a una dulce monjita. Una puede lucir malagradecida o como una persona que le busca los matices negativos a todo.

Pues bien, ya me he desahogado sobre mis incomodidades con la Madre Teresa. El problema ahora es que todo este problema de la caridad y Madre Teresa me parece una metáfora de la propuesta del Senador Thomas Rivera Schatz de crear un fondo especial de becas para que los estudiantes que cualifiquen tengan la dicha de pagar con eso los $800 de la cuota que se pretende imponer en enero. Es lo mismo que con el dilema caridad-modelo capitalista. La beca en cuestión no resuelve el problema de que se aumenta el costo de estudiar en la universidad del pueblo a más del doble, con el consiguiente jaque al acceso a la educación pública que ese aumento representa, la beca es un parcho, una mera manera de maquillar el problema. No nos dejemos engañar por el maquillaje y comencemos a preguntarnos cómo podemos resolver el problema desde su base.

*La autora es estudiante de Derecho en la Universidad de Puerto Rico.