Brincaverjas



BRINCAVERJAS - Crónicas desde adentro


Esta sección estará dedicada a crónicas diarias redactadas por estudiantes quienes narrarán sus vivencias en la huelga como espectadores y participantes.


Por: Andrés González Berdecía
5 de mayo de 2010



El martes, 13 de abril de 2010, el estudiantado del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico se reunió en asamblea, convocada debidamente por el Consejo General de Estudiantes. En la asamblea más concurrida en años recientes, llevada a cabo  simultáneamente en el teatro del Recinto y en el anfiteatro de la Facultad de Educación, y transmitida en otros lugares de la Universidad, como en la Escuela de Derecho, se dio un debate serio en torno al camino a seguir para hacer sentir nuestros reclamos estudiantiles. Luego de presentarse los informes preparados por los representantes estudiantiles, la primera moción presentada al pleno proponía crear un comité compuesto, en parte, por miembros del Consejo General de Estudiantes y, en parte, por un miembro cada Comité de Acción creado en los pasados meses en asambleas de facultad convocadas por los respectivos consejos estudiantiles de las facultades de nuestro Recinto (el Comité de Acción de Estudiantes de Derecho (CAED), al cual pertenezco, fue creado el 25 de septiembre de 2009). Luego de unas enmiendas, la moción se aprobó, dando vida al Comité Negociador.  

La mayor parte de la Asamblea, sin embargo, se dedicó a deliberar sobre los mecanismos de presión que debían utilizarse. Un sector del estudiantado estaba claro en que, ante intentos infructuosos para sostener un diálogo con la Administración,  debía aprobarse un voto de huelga indefinida, inmediata. Otros sectores abogaron por ofrecer a la Administración un tiempo razonable para que, al menos, se sentara a negociar de buena fe con el recién creado Comité Negociador, antes de recurrir a la huelga. Por ello, se presentó una moción para sostener un paro de 48 horas comenzando el miércoles, 21 de abril; es decir, 8 días después de la Asamblea General. En caso de que no hubiera progreso en las negociaciones, entraríamos en una huelga indefinida hasta tanto nuestras voces fuesen escuchadas. Esta moción sustituyó a la de huelga inmediata y fue aprobada. 
      
Durante los próximos 8 días, la Administración no aceptó ninguna oferta de diálogo. Peor aún, se negó a reconocer al Comité Negociador y, cuando aceptó reunirse el Presidente, dejó plantados a los representantes estudiantiles, arguyendo que él no sabía quiénes eran y que le habían cambiado las reglas del juego. Por estas razones, nos vimos obligados a cumplir con el mandato estudiantil, dando inicio al paro de 48 horas. Luego de  decretar el receso académico y administrativo, de amenazar con autorizar la entrada de la Policía de Puerto Rico para desalojar a los estudiantes y de demandar a varios líderes estudiantiles,  el Presidente accedió a reunirse con el Comité Negociador la segunda noche del paro, con el propósito de llevar las propuestas a la Junta de Síndicos, para que fueran evaluadas. Así se hizo, mas la Junta hizo caso omiso a los reclamos y ni siquiera accedió a reunirse con los representantes estudiantiles, por lo que la huelga indefinida dio comienzo oficialmente el viernes, 23 de abril. 
      
Luego del primer día de manifestaciones, cuando hubo un altercado entre guardia universitaria y estudiantes al momento de cerrar los portones, el proceso huelgario ha transcurrido de manera verdaderamente ejemplar. No ha habido ni solo acto de vandalismo ni agresión de ningún tipo por parte de los estudiantes. El País ha visto el espíritu de organización, solidaridad y camaradería que ha imperado durante todo este proceso. Los estudiantes hemos creado foros, hecho manifestaciones, limpiado y pintado los alrededores. También hemos cantado, jugado fútbol, corrido bicicleta y cocinado, sin olvidar ni un solo momento el propósito de nuestra encomienda. Por ello, esta convivencia ha venido acompañada de reuniones diarias, debate abierto y respetuoso entre grupos diversos, mensajes claros al País, y, más importante aún, una organización clara y estructurada en cuanto a los próximos pasos a seguir. Esta organización ha sido posible sólo porque nuestros reclamos no surgieron hoy ni hace dos semanas, sino que se han trabajado y esbozado a lo largo de todo el año en las respectivas facultades por los Comités de Acción.  
     
 Nuestros esfuerzos han rendido frutos. La Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND) y la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) mostraron inmediatamente su apoyo a nuestra causa, llamando al diálogo y expresando que no cruzarían la línea de piquete. Así lo hicieron también diversos sindicatos del País. En este caso, el apoyo a los estudiantes no se limitó a los sectores que tradicionalmente lo han respaldado. En un acto de gran desprendimiento y solidaridad, más de una decena de los más destacados artistas puertorriqueños, entre los que se encontraban Antonio Cabán Vale, Los Rayos Gamma, Haciendo Punto en otro Son, Tito Auger, Cultura Profética y Calle 13, mostraron su solidaridad al ofrecer en los portones del Recinto de Río Piedras el concierto ¡Que vivan los estudiantes!, transmitido en vivo por la Internet. Para mucho de nosotros, esta fue una de las experiencias más gratificantes y bonitas que hayamos presenciado. Atraer a miles de personas en muestra de apoyo, en un evento de tal envergadura, el cual fue pensado, preparado y organizado en menos de una semana por los propios huelguistas; costear el evento sin cobrar entrada a absolutamente nadie, mediante aportaciones de los huelguistas, simpatizantes y de los propios artistas; y recibir el apoyo directo de figuras internacionales como Calle 13, Carlos Delgado, Rubén Blades, Juanes y Ricky Martin, entre muchos otros, es una vivencia que muchos de nosotros jamás olvidaremos. 

Además, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad de Berna, en Suiza, sin que se les haya hecho petición alguna, han enviado comunicados en los que expresan su solidaridad con el estudiantado de la UPR. Esto se une expresiones vertidas por diversas organizaciones de derechos civiles en los Estados Unidos. Por último, el apoyo más importante ha surgido del propio estudiantado. Todas nuestras acciones han sido ordenadas por el estudiantado mediante Asamblea General. Tanto es así, que el miércoles, 5 de mayo, los once recintos que componen el sistema de la UPR se encuentran paralizados hasta tanto haya progreso en las negociaciones. 
      
Como si todo esto fuera poco, hemos mostrado nuestra capacidad organizativa e intelectual mediante la creación del colectivo de prensa estudiantil Desde Adentro, disponible enrojogallito.com, y una de una emisora radial estudiantil de onda corta, Radio Huelga, la cual se puede sintonizar en el 1650 AM y a través de radiohuelga.com. Además, los estudiantes de Derecho recurrimos a los tribunales para impedir el inminente desalojo que menoscabaría nuestro derecho a expresarnos y a asociarnos libremente dentro de los predios públicos de nuestro Recinto y, frente a casi una decena de abogados que representaban a la Administración, dos estudiantes prevalecieron.  
     
Sencillamente, ¿qué más debemos hacer para que nuestras voces sean escuchadas y respetadas? Con mucho esfuerzo, hemos logrado sostener pocas reuniones con la Administración. Hemos mostrado siempre la disposición a dialogar y a llegar a acuerdos sobre la Certificación 98 y sobre los demás asuntos. Exigimos sólo que se nos trate con respeto, que se nos escuche y que el proceso sea una verdadera negociación en la cual se consideren y evalúen las propuestas, sin intermediarios, sin mentiras  y,  más importante aún, sin amenazas de ningún tipo; ni de un Gobernador irrespetuoso que llama minúsculo a el estudiantado de todo el sistema; ni de una rectora o presidente que demanda selectivamente a los líderes estudiantiles cuya única falla es ocupar un cargo representativo; ni mucho menos de un decano que incita a la violencia y a que sus propios estudiantes sean agredidos por la Policía de Puerto Rico. 
     
Les aseguro que nadie quiere terminar este conflicto más que este servidor, quien se opuso a la huelga inmediata aquel martes, 13, y quien ha estado en los portones todos los días desde entonces, acatando la voluntad democrática del estudiantado riopedrense; pero el conflicto sólo acabará mediante el diálogo y mediante la concesión de algunos reclamos por parte de la Administración. No hay duda de que la Administración y el Gobierno tienen a su disposición el famoso monopolio del uso “legítimo” de la violencia, el cual podrían dejar caer sobre nosotros para “derrotar” la huelga, mas les exhorto a no ser miopes y no buscar victorias pírricas, pues el País les observa. Recuerden el flujo y reflujo de las mareas. Las políticas públicas y las acciones que tomen repercutirán indudablemente sobre el sentir de este Pueblo, y la paciencia de los pueblos no es infinita. No destruyan por completo la poca confianza que le queda al Pueblo de Puerto Rico en sus instituciones, pues este camino conducirá irremediablemente a la violencia.  
      
Abandonemos la intransigencia; apostemos al diálogo. Es lo que pedimos los estudiantes de la UPR y es lo que merece el País.

El autor es ex Miembro del Consejo General de Estudiantes del Recinto de Río Piedras, Director Asociado de la Revista Jurídica de la UPR y Miembro del Comité de Acción de Estudiantes de Derecho


BRINCAVERJAS - Crónicas a 30 mil pies de altura

Esta sección estará dedicada a crónicas diarias redactadas por estudiantes quienes narrarán sus vivencias en la huelga como espectadores y participantes.
Por Aníbal Nuñez
Hace varios meses atrás planifiqué un viaje familiar para celebrar el cumpleaños número siete de mi sobrino en Orlando.  Planifiqué para que fuera a principios de mayo con tal de interrumpir el semestre y aún tener tiempo suficiente para prepararme para mis exámenes finales.  Jamás pude preveer que lo que el viaje interrumpiría es la lucha y defensa por la educación pública universitaria.

Sin embargo y para mi beneficio, a treinta mil pies de altura puedo disfrutar de una perspectiva muy especial y que ahora comparto.  A treinta mil pies de altura nadie imaginaría que en los portones de mi Universidad el estudiantado está alegre y satisfecho de ejercer sus derechos más fundamentales.  Es un sentimiento de hermandad que dentro de la cabina de un avión nadie disfruta.  Acá arriba se siente el egoísmo que demuestra aquel estudiantado que reclama terminar el semestre, graduarse, tomar clases de verano, hacer intercambios y trabajar durante el verano.  Hay que vivir la experiencia desde adentro para conocer todo el bien que esta lucha le hace a Puerto Rico.  No podemos vivir y dar por sentado que nada se puede hacer por las causas justas.  Éstas necesitarán y siempre gozarán de gente noble que por ellas dé una justa batalla. 

Por otro lado, me siento contento pues se nota que el pueblo está enterado de la lucha estudiantil.  Ya dos personas me han dicho: “Te vi en las noticias anoche”.  A lo que yo siempre respondo: “A sí, ¿y qué le pareció?”.  Me llena de orgullo ver como las personas se solidarizan, en especial aquella empleada del Transportation Security Agency que rebuscaba mi bulto.  Ella sabía que yo soy parte del movimiento, pues, con todo propósito, me puse la camisa que grita por los estudiantes.  La empleada es una egresada de la Universidad que siente orgullo por todo lo que está pasando y como está pasando. Le conté sobre el apoyo internacional que recibimos y por allá salió otro empleado que dijo haber visto el vídeo y expresó su apoyo.  Aparentemente mejoran las cosas a treinta mil pies de altura.

  Es difícil imaginar qué está pasando dentro de mi Universidad.  A treinta mil pies de altura imagino que Radio Huelga está al aire y alguna guitarra imparte melodías por la educación pública.  A treinta mil pies de altura imagino que bicicletas y juventud adornan el recinto cuya soledad es sólo aliciente de inspiración.  A treinta mil pies de altura recuerdo las consignas que hacen que las calles tiemblen más que este avión por la turbulencia.  A treinta mil pies de altura sepan que la solidaridad continúa y la esperanza permanece.  ¡Cuánto extraño la lucha y todavía no pasa el primer día afuera!  A mis compañeros y compañeras sepan que a treinta mil pies de altura la lucha no se interrumpe, más bien se fortalece.  Aún en ausencia estoy seguro de que lograremos más victorias para añadir a esta grandiosa huelga estudiantil . . . una huelga como ninguna otra.

BRINCAVERJAS - Crónicas desde adentro con Calle 13

Esta sección estará dedicada a crónicas diarias redactadas por estudiantes quienes narrarán sus vivencias en la huelga como espectadores y participantes.



Foto por Gamelyn Oduardo

Por Bibiana Sarriera

Antes pensaba que todos teníamos algo de brinca-verjas en nuestro ser. Pero creo que me equivoqué. El debate responsable y el diálogo abierto sobre temas trascendentales para la sociedad puertorriqueña, que han sido propiciados por compañeros universitarios durante la última semana, me ha  obligado a redefinir el brinca-verjas que conocía en un pasado. Hoy no se trata exclusivamente del reto de no poder resistirme a intrometerme en conversaciones a las que no me habían invitado. Por el contrario, ser una brinca- verjas en la actualidad significa introducirme libremente y, de manera responsable en conversiones y diálogos que suponen una apertura a una sociedad más justa, plural, equitativa y democrática.

René, Eduardo y su familia se unieron al reclamo por la educación pública. Ellos también acompañaron a los estudiantes y brincaron la verja durante la noche de ayer.

Ciertamente, mi entrada al recinto con el regetonero Calle 13, su secuaz; Visitante y su familia me ayudaron a redefinir la brinca- verjas que deseo ser. Al caminar, compartir y observarlo reafirmé su amplio sentido de responsabilidad social para con Puerto Rico. No tan solo ello, sino cómo los estudiantes se han convertido en un modelo de la sociedad que no deseamos construir, sino de la que estamos armando. Al igual que para Visitante y para la familia de René, la Universidad de Puerto Rico (UPR) ha sido un espacio esencial en el desarrollo y el mejoramiento personal de muchos de ellos.

Al principio, éramos un grupo de estudiantes que teníamos la encomienda de acompañar al cantautor y a su familia a entregar diversos comestibles a los estudiantes que pernoctan en los portones de la universidad. La humildad de René se hacia visible para todos lo que caminábamos junto a él. Reía, hablaba e incluso saludaba respetuosamente a los policías que hacían su trabajo en los portones frente a la universidad. Incluso, les ofreció frutas de las que había traído para los estudiantes. Amablemente, los policías dijeron que no.

Mientras nos trasportábamos a pie desde la tarima hacia al portón de Bellas Artes, René me contestaba unas preguntas que moldearían éste escrito.

Su visita durante la noche de ayer, coincidía con una semana desde que se inició la huelga. Para René “el comportamiento de los estudiantes es un ejemplo, no tan solo al mismo gobierno, sino es un ejemplo de humanidad, de compañerismo  de entendimiento por los estudiantes por la manera en que se han comunicado y por la manera en que se han  comportado dando el mensaje. La misma policía, hasta cierto punto, ha dado un ejemplo porque esto pudiese ser más fuerte de lo que es. Gracias a que han entendido que aquí hay estudiantes y hay padres. Quizás, algunos de ellos tienen hijos estudiando acá”.

En repetidas ocasiones René recomendó a los estudiantes que trabajen con tranquilidad e inteligencia. Pues según el controversial artista musical: “mi estrategia ha sido muy diferente a la estrategia que han utilizado los estudiantes acá. Quizás, porque yo he tratado de jugar con los medios de una manera diferente. Me ha interesado que a veces mis mensajes tengan ese grado de contundencia que se refleje en Europa y que llegue a otros países, que quizás, si lo digo de una manera más tranquila, no llegaría”.

Mientras caminábamos a lo que sería su primera visita a la Universidad de Puerto Rico, luego de su recién llegada de México, el artista reconoció que “los estudiantes lo han hecho bien, de hecho, me están dando un ejemplo a mi también. A veces uno tiene que escuchar y escucharse mutuamente y trabajar en equipo”.

Luego de preguntarle cuál era el mensaje que quería llevar con su presencia, el cantautor respondió: “Que estoy apoyando la educación pública y a todos los servicios públicos de Puerto Rico.  Que se mantengan, que hay que tener un balance. Es de lógica. Nada se puede desbalancear. Esto no tiene que ver con partidos políticos”.

Al cuestionarle sobre su postura en torno al último discurso del gobernador Luis Fortuño, René respondió: “Al escribir el tema de La Perla, fui a La Perla, sentía La Perla, conocí a la gente en La Perla y ahí escribí el tema y se lo llevé a Rubén Blades. Así mismo, él debe hablarle al pueblo. No puede dirigirse al pueblo sin conocer al pueblo, sin escuchar, entender y sentir al pueblo. No puede sentir solamente a la gente que lo rodea”.

Continua la caminata. El regetonero fue recibido por los estudiantes en el portón de la Escuela de Comunicación.

Para Ricardo Morales Díaz, estudiante de educación, “la presencia de René es muy significativa y representa el apoyo de la clase artística. Estamos muy complacidos de que él este aquí entre nosotros”.

Posteriormente, un grupo de estudiantes se unió al colectivo de personas que acompañaba al artista. Cabe señalar que la hija de Visitante, Azul, fue parte del recorrido. Eduardo, mejor conocido como Visitante, narró que es producto de la UPR. “Lo que yo viví y aprendí aquí es como yo vivo la vida ahora. No es tan sólo las clases sino la vida universitaria y las amistades que hice. (…) El gobierno está un poquito desubicado, son personas que le han dicho en la casa que la educación es un privilegio. Eso no es así, es un derecho. Estoy súper orgulloso de haberme graduado de aquí”, añadió.

Eduardo recordó las prácticas con su antigua banda en la Glorieta de la universidad. Según el egresado, “la universidad fue un taller para su vida”. 

Mientras caminábamos hacia el portón de la Escuela de Arquitectura nos topamos con una batucada que despertó el movimiento corporal de los allí presentes. Al llegar, los estudiantes recibieron al artista con un bizcocho para celebrar la primera semana de la huelga. René aprovechó el espacio para agradecer a los estudiantes y los exhortó a mantener la tranquilad y a no recurrir a la violencia. Una estudiante se dirigió a él y dijo: “le agradecemos a René porque su presencia nos subió la moral, porque eres una de las pocas personas en Puerto Rico que entiende que ésta lucha es importante para el país”.

Luego del compartir, el cantante aprovechó el bizcocho para felicitar y, junto a los estudiantes, cantarle feliz cumpleaños a su hermana, quien cumplía durante el día de ayer.

Posteriormente, el cantante visitó el portón que agrupa a los estudiantes de la Escuela de Derecho. Ahí se le hizo entrega de una camisa que lee: “Consejal Y ¡Emplázate éste!” Esta camisa fue creada tras la orden de interdicto que fue emitida por parte de la administración universitaria en contra de diversos estudiantes.

Acto seguido, el cantautor y su familia se trasladaron al portón de sociales donde compartió con los estudiantes y se tomó fotos con una camisa que dice: “¡Sociales Presente!”.

El recorrido por el campus universitario terminó ahí. No obstante, su huella quedó marcada, no tan solo en los predios de la principal institución de enseñanza superior del país, sino también en las vidas de los estudiantes.

Ser un brinca- verja a veces tiene sus beneficios, y mas aún cuando se  trata de causas sociales que cambiarán y abrirán posibilidades de estudios a los futuros universitarios. La lucha no es tan sólo por el hoy, sino por el mañana.

La presencia de René, su madre, familia, Eduardo y secuaces se traducen a un sonido melodioso pero estruendo. Es el reflejo de una juventud pensante que poco a poco se levanta. La lección más importante que aprendió René es que la violencia no invita al diálogo y que en la inteligencia emocional hayamos muchas respuestas. A los que no querían escuchar nuestras voces, le cantamos. A los que se niegan a un mejor futuro, le enseñamos con nuestras acciones.
El respaldo de figuras importantes durante la noche de ayer demuestra que no estamos solos. Tal vez, si fueran unos brinca-verjas aquellos que se niegan al diálogo, pudiesen abrir su oídos y comprender una visión de mundo que sólo aspira a una mejor convivencia ciudadana y a una responsabilidad social universitaria más integra. Al fin y al cabo ser una brinca-verja es un orgullo y no un problema. Tal vez por eso, la comunidad artística internacional anoche nos respaldó. 





BRINCAVERJAS - Crónicas desde adentro


Esta sección estará dedicada a crónicas diarias redactadas por estudiantes quienes narrarán sus vivencias en la huelga como espectadores y participantes.
Por María de Lourdes Martínez Cordero
27 de abril de 2010
Mientras escribo estas líneas, a mi lado derecho está reunido un cónclave de estudiantes de derecho organizando actividades educativas para las próximas horas. Entre las propuestas sobre la calle -no sobre la mesa- se escucha un debate, un foro, una marcha, entre otros. Hace unos minutos, varios estudiantes realizaron una improvisación producto de un taller que tomaron por dos horas, ofrecido por estudiantes de drama.
Me enorgullece la solidaridad de los estudiantes y el compromiso con la educación, una educación íntegra, completa y diversa. Esa es la educación que distingue la Universidad de Puerto Rico.
Más aún, me sorprende y enorgullece la solidaridad que ha tenido el pueblo con los estudiantes que han pernoctado aquí desde el miércoles pasado. Padres, madres, hermanos, vecinos, profesores, ex alumnos, legisladores, en fin, el pueblo de Puerto Rico, se ha desbordado en ayuda.
Hoy martes, alrededor de las 3:00 de la tarde, a los portones encadenados se acercaron dos niños de algunos 10 a 13 años, con víveres y comida. Ellos se querían bajar del carro a traerle comida a los estudiantes. Nos comentaron que fueron ellos quienes tuvieron la iniciativa y pidieron traer algo para los estudiantes. Los niños entraron y sobre la mesa de comida dejaron unas mayorcas. Así, hora tras hora, distintas personas han traído comestibles, bolsas de hielo, cajas de agua y otros efectos necesarios para la supervivencia en los portones. Según dejan sus aportaciones, agradecen a los estudiantes por estar aquí y por ser el ejemplo para el pueblo de Puerto Rico.
Sin duda alguna, la ayuda del pueblo y la solidaridad demostrada ha inyectado con energía a los estudiantes, quienes tienen su lucha bien definida: la batalla por la educación pública.