Por Mariana Muñiz Lara
La Universidad de Puerto Rico (UPR)
mantendrá en suspenso hasta el miércoles, 2 de junio, los términos judiciales
que le aplican en su caso contra 21 estudiantes del Recinto de Río Piedras,
para dar espacio al diálogo entre el Comité Negociador Nacional (CNN) y la
Administración, según informó al juez superior José Negrón Fernández en una
moción entregada esta mañana. Estos términos incluyen los de los
emplazamientos, según se discutió en la vista del martes 25.
La moción presentada por la UPR
señala que el miércoles 26 se redactó un acuerdo sobre la normativa de
exenciones; sugiere que, luego de la preparación de dicho documento, la UPR
pensaba que terminaría la huelga y se discutirían los demás puntos con los
portones abiertos, e identifica como única ficha de tranque la amnistía en las
sanciones solicitada por el estudiantado. El CNN ha enfatizado en que la
negociación con portones cerrados tiene que continuar hasta que hayan garantías
sobre todos los reclamos, que incluyen precisar el lenguaje sobre las
exenciones, certificar que no habrá un alza en la matrícula adicional a la
automática para las clases de nuevo ingreso y permitir acceso estudiantil a los
libros de finanzas universitarias.
Según la moción de la UPR, el
proceso de diálogo ha sido “tortuoso” para la administración universitaria y se
ha dificultado llegar a acuerdos por el cambio del Comité Negociador de Río
Piedras al CNN y porque el estudiantado no aprobó los entendidos preliminares. La
moción incluyó como anejos el documento de Entendidos entre el Comité
Negociador de Río Piedras, el presidente de la UPR, José Ramón De la Torre, y
la presidenta de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera, y la certificación en que
la Junta de Síndicos acoge algunos de esos entendidos preliminares, fechada el
8 de mayo. Estos pre-acuerdos fueron rechazados por la Asamblea General de
Estudiantes de Río Piedras del 13 de mayo por no ser suficientes para atender
los reclamos, aunque se acordó mantenerlos como base para la negociación.
De acuerdo con la moción, el
pleito contra los representantes estudiantiles no busca coartar la libertad del
estudiantado para expresar su descontento con las políticas de la
Administración, sino detener los actos “de intimidación, violencia y
destrucción de propiedad”, reanudar las labores en el Recinto y resarcir los
daños de la Universidad.
En una orden emitida esta tarde,
Negrón Fernández aceptó que se mantengan en suspenso los términos y le concedió
a la Universidad hasta el miércoles 2, a mediodía, para informar sobre el
“futuro procesal del caso”. Recordó que está convencido de que “en casos en que
media gran tensión entre estudiantes universitarios y los administradores de la
institución lo ideal es que las disputas se solucionen mediante el uso pacífico
del diálogo”.
Argumentación
indebida
En una moción en contestación a la
de la UPR, presentada esta tarde por la representación legal de los estudiantes
René Vargas Martínez y Verónica Guzmán, se acepta que los términos queden en
suspenso, beneficiando a todos los demandados, y se critica que los nuevos
abogados de la Universidad hayan utilizado una moción sobre un tema procesal
para discutir cuestiones sustantivas del caso y expresar su postura sobre los reclamos
estudiantiles.
“En aquellas instancias en que se
intenta genuinamente abonar al diálogo entre las partes en controversia, el
lenguaje sobrio y sosegado es ingrediente indispensable de la fórmula que
adelanta tal aspiración. A contrario
sensu, las hipérboles y retóricas encandiladas menudo servicio hacen al fin
último de lograr la más pronta y recta resolución del conflicto latente al
interior del presente caso”, indica la moción de los dos jóvenes, quienes se
sometieron voluntariamente (sin ser emplazados) a la jurisdicción del tribunal
el martes, porque entienden que el caso es frívolo y así se probará si llega a
verse.
Los abogados de Gabriel Laborde
Torres, el presidente del Consejo General de Estudiantes de Río Piedras y el
único de los estudiantes demandados que fue emplazado desde el inicio del
pleito, también desaprobaron el lenguaje de la moción de la UPR, que incluye
una narración sobre negociaciones en las que los abogados no han participado y
documentos confidenciales que recogen negociaciones preliminares, porque
entienden que su propósito era influir en los ánimos del juez para el momento
de la resolución del caso. Expusieron que los demandantes utilizaron la orden
del juez de informar qué harían con los emplazamientos dependiendo del resultado
de las negociaciones para “ofrecer su impresión particularmente adjetivada
sobre el contenido de las negociaciones y las razones por las que éstas no han
logrado el resultado esperado” por ellos.
En respuesta, solicitaron que el
tribunal elimine del expediente dicha moción y “las apreciaciones de la parte
demandante sobre el contenido de las negociaciones”, que son inadmisibles. La
petición se basa en que la política pública sobre transacciones de pleitos,
recogida en las Reglas de Evidencia, busca excluir las conversaciones
extrajudiciales entre las partes de la evidencia de los casos para alentar que
éstos se transijan sin la intervención innecesaria del tribunal y contempla
que, debido a que en las negociaciones se cede para llegar a un punto medio,
éstas no siempre reflejan la veracidad o totalidad de las posiciones y responsabilidades
de las partes. La supresión de la moción de la UPR no afectaría el aplazamiento
de los emplazamientos.
El juez Negrón Fernández emitió otra orden esta tarde para que los abogados de la UPR indiquen, para el
martes 1 a mediodía, si tienen razones válidas por las cuales él no debe
conceder la solicitud de Laborde de eliminar del récord la moción de la
Universidad.
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